He reducido el mundo a mi jardín y ahora veo la intensidad de todo lo que existe. Ortega y Gasset.







lunes, 31 de enero de 2011

HAY DÍAS Y DÍAS

Hay días en los que uno se levanta gris, de malhumor, cansado, es decir, negativo, y al elevar la persiana se da cuenta que lo que hay ahí fuera aún es peor: frío, lluvia, niebla... Esa oscuridad exterior te invade y, por si ya te habías levantado con el pie izquierdo, entonces todo te parece todavía peor y tú mismo te predispones a pasar un horrible día.
Te diriges a la ducha para despejarte un poco y a la mitad te quedas sin agua caliente, preparas el café y con el primer sorbo te quemas la lengua, lo que te lleva a separar bruscamente la tacita de tus labios y derramarla encima de la camisa recién planchada. Te pones otra lo más rápido posible para salir corriendo de casa. El coche no arranca debido al frío y por encima encuentras todos los semáforos en rojo. Todo apunta a que llegarás tarde.


El jefe te espera impaciente en la sala de reuniones junto a aquel importante cliente capitalista con el que tenéis que zanjar el trato, la cual cosa, lógicamente, no sucederá hoy.
Te diriges a la cafetería para tomar el almuerzo con tus colegas, pero tropiezas con el cordón de tus zapatos, impactas con la becaria y todos los papeles que lleva salen volando por los aires. Te disculpas como puedes, la ayudas a recoger los documentos y sales pies para qué os quiero, pero llegas cuando ya todos se han ido.
Por la tarde, la cosa no mejora, se te cuelga el servidor, la impresora no arranca y debes dejar ese informe terminado encima la mesa de tu superior antes de irte.
Se te olvida recoger los niños tras sus extraescolares, tu pareja te canta las cuarenta y en casa de tu suegra hay pescado con verduritas para cenar.
Por fin te metes en cama, apagas la luz y rememoras lo duro que fue el día de hoy.

En cambio, hay otros días en los que saltas de la cama en cuanto suena el despertador, los rayos de sol te deslumbran al abrir las cortinas y la ducha te sienta como un regalo caído del cielo. Te miras en el espejo y te convences a ti misma de que esos tejanos te sientan mucho mejor que hace un par de meses. El primer café diario te acaba de cargar las pilas, a la que saltas a la calle obsequiando con una magnífica sonrisa a la gente con la que te cruzas por la calle.
Casi llegando al trabajo, te encuentras con una apreciada colega que te acompaña con una agradable conversación hasta el fin del trayecto.
Tus pequeños alumnos te dicen una y mil veces lo  preciosa que estás hoy, lo cual aún te pone de mejor humor. La mañana pasa en un abrir y cerrar de ojos, dejando paso a una tarde provechosa, cargada de estímulos que llaman tu atención: un olor, una melodía, un cuadro en un escaparate. Tienes muchas ganas de hacer cosas y aprovechas el tiempo a pesar de no darte cuenta de su paso.
Llegas a casa llena de energía, vitalidad, buen humor, pero sobretodo con ganas de más; más conocimientos, más lecturas, más música, más... pero sobretodo con ganas de contar a tus seres queridos lo maravillosa y espléndida que te sientes, junto a un buen té y un donuts.

Te relajas unos breves instantes, echas la vista atrás y te das cuenta que ya hace casi una semana que te sientes así, por lo que te propones buscar las causas de tu alegría y felicidad.
No te ha tocado la lotería, no has ascendido profesionalemente, no has conocido a nadie interesante... y de repente fijas tus ojos en ella. Estuvo más de un mes en reposo y mañana hace una semana que la volviste a poner en remojo. Se abrió con rapidez y sus hojitas secas y marrones se vuelven verdes y llenas de vida. Se trata de mi apreciada Rosa de Jericó. Imagino que no todos sabréis lo que es, así que os hablaré de ella en mi siguiente post!

6 comentarios:

  1. Moraleja: No te cases, no tengas un trabajo aburrido y sobretodo no bebas café por las mañanas (que las manchas cuestan un huevo de sacar!)

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  2. Yo me siento igual... hay dias en que me levanto con muchas ganas de ir al colegio o salir con mis amigos los fines de semana. Pero hay dias que me siento raro, nosé como explicar, pero los dias que no me levanto con ganas es cuando tengo alguna pesadilla o estoy agobiado. Porque a mi me gusta vivir la vida feliz y no levantarme cansado y estresado.

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  3. Siempre he dudado del "poder" de los "remedios naturales" pero a medida q pasa el tiempo y vivo experiencias me doy cuenta de que ese "poder" existe, no sé en qué manera se manifiesta pero en realidad existe. Te entiendo perfectamente por eso te recomiendo que cuides bien esa planta y cumplas con los requisitos para que, dependiendo de cual sea tu petición, llegue a buen puerto. Un saludo y sigue con esa energía que a todos nos agrada!

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  4. Gracias a los tres por vuestros comentarios.
    Sílvia, me gusta tu peculiar manera de analizarlo, buena moraleja, aunque sólo estoy de acuerdo con lo del trabajo aburrido...
    Luis, nunca dejas de sorprenderme! A veces se me olvida con quien estoy hablando. Me encantan tus razonamientos y tu especial manera de ver la vida. Espero que no cambies con el paso del tiempo!
    Diego, a veces debemos probar las cosas para saber si es real o no, me alegro que tu estés abierto a esas experiencias positivas!

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  5. bueno..veo que a muchos les encanta la rosa de Jericó....espero que traiga mucha buena onda.....un abrazo

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  6. Así es Marcelo! Ahora, para saber más, os toca esperar un par de días.
    Muchas gracias por tu visita y feliz jornada!

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