Todos hemos escuchado una y mil veces esta frase recurrente y dado que una de las primeras cosas que hacemos al nacer es llorar, qué mejor que dar la bienvenida al resto de nuestra vida con una gran sonrisa y recibir el mañana con ilusión, alegría y entusiasmo, preparados para ser sorprendidos y valorar esos pequeños detalles que ayudan a que tu mundo sea mejor.
¿Y tú, ya estás listo para la llegada del mañana?
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