He reducido el mundo a mi jardín y ahora veo la intensidad de todo lo que existe. Ortega y Gasset.







miércoles, 29 de diciembre de 2010

REENCUENTROS CON LA LECTURA I. LITERATURA DE AUTOPISTA.

Este último viaje a Galicia paramos en un área de servicio, en la que, por segunda vez consecutiva, compré un libro. En verano fue el turno de Marc Levy y El primer día, esta vez le tocó a Lola Millás con La señora Really y otros sueños por soñar.
En el ambiente cálido de una cocina acogedora, Dora y Filomena Really se reúnen tarde tras tarde para contarse sus historias y sueños mientras comparten infusiones de belladona como si de un juego se tratara: reciclar el tiempo.
Se trata de una amistad femenina surgida accidentalmente a raíz de una mancha de humedad procedente del piso de Dora y que alcanzó el techo de Filomena. A pesar de tratarse de dos mujeres con una diferencia de edad considerable, la primera es una mujer moderna que lucha por lograr sus objetivos laborales y salvar su matrimonio, a la vez que se plantea convertirse en madre y la segunda es una anciana retirada que no tiene prisa por las cosas y vive de recordar su vida, antes de que una enfermedad le quite todos sus recuerdos, ambas se convierten en amigas inseparables y sus encuentros diarios suponen un espacio de reflexión, de juego, pero sobretodo de confort.
Ambas mujeres, bajo los efectos de las infusiones de belladona, se convierten en las protagonistas de una serie de relatos fruto de sus recuerdos, sueños o incluso invención,  que les ayudan a explorarse mutuamente y a compartir sus preocupaciones, pero sobretodo a   crear la historia de sus vidas, las que les hubieran gustado vivir.
Dora admira las historias de Filomena y anhela tener una vida tan intensa e interesante como la de su amiga, pero ¿será esa vida que cuenta la señora Really tan real como parece?

2 comentarios:

  1. Parece un libro interesante, Cris. La lucha de dos mujeres que ansían ser felices. Gracias por compartirlo

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  2. Gracias a ti por tu comentario, Marcelo!

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